13 feb 2008

Guía básica de 20 puntos para debates políticos

Dado el nivel intelectual pre-ESO de los debates entre políticos de uno y otro partido ante temas como la “piratería”, canon o propiedad intelectual se me ocurrió hacer una pequeña guía de “principios básicos” que lo puede entender cualquier niño.

Aunque sobre el tema ya escribí mucho –y también algunos bloggers– me abstengo de poner cualquier enlace, total no lo leerán. De hecho estoy seguro que tampoco leerán este apunte.

  1. Los “elementos físicos” no son comparables a las “elementos intelectuales”, fundamentalmente porque el que posee un objeto físico es el único que puede disfrutarlo, no ocurre así con las copias de obras intelectuales.
  2. La coste marginal de la producción de objetos físicos es muy elevada, se mantuvo así desde que empezamos a fabricar objetos. El coste marginal de producción de elementos intelectuales era también muy alto porque estaba basado en soporte físico, de allí que tenía sentido leyes de copyright similares a las de “propiedad”, pero se han extinguido todas las motivaciones para que exista de la misma forma.
  3. Las leyes de propiedad intelectual son leyes que aseguran un monopolio temporal sobre ideas (patentes) o sobre manifestaciones de ideas (copyright). La “propiedad intelectual” no es una “característica natural”, sino una abstracción legal, y que no tiene ninguna relación con la “propiedad de elementos físicos”.
  4. La “propiedad intelectual” es en realidad un término confuso que mezcla cosas distintas: derechos de autor (copyright), patentes, marcas y secretos industriales. Los interesados intentan confundirlos en lo mismo, porque les interesa la palabra “propiedad”, así es más fácil acusar de “ladrones” o “piratas” a aquellos que sólo hacen una copia.
  5. Las leyes de copyright surgieron como medidas de regulación industrial entre empresas editoras. Fue demandada por los editores, en ningún caso por los autores.
  6. Desde hace varios decenios el coste marginal de producción de elementos intelectuales es prácticamente cero. En vez de adaptar de relajar las leyes para adaptarse a esta nueva realidad se hizo lo contrario con el objetivo de poner restricciones artificiales.
  7. Desde hace unos años hemos ganado en la libertad de hacer copias perfectas con costes [marginales] casi cero. En vez de interpretarse políticamente como una ventaja y gran avance histórico para la cultura, se lo vió como una amenaza y se empezó a perseguir y convertir en delincuentes putativos no sólo a empresas, también a los particulares.
  8. Desde finales del siglo XX las leyes de propiedad intelectual han dejado de ser una regulación industrial para convertirse en leyes que regulan actividades privadas.
  9. Todo avance tecnológico hizo obsoletas tecnologías anteriores, por consiguiente también afectó e hizo obsoletos modelos de negocios basados en las tecnologías anteriores. Es una constante histórica, y se ha constatado que la adaptación de una sociedad a esas nuevas tecnologías no genera más desempleo o pobreza, todo lo contrario.
  10. En algunos casos especiales las nuevas tecnologías o situación del mercado hizo necesaria la intervención para asegurar una supervivencia temporal, al menos durante la transición, a gente que dependía de los modelos anteriores. Esto es visible claramente en los subsidios agrícolas en la UE, fundamentalmente en Francia, Italia o España.
  11. Es posible que necesitemos dar una ayuda similar a la “industria de la cultura” local, seguramente es de interés social, pero no se puede dejar en manos de una entidad privada la recaudación y distribución de esos impuestos –son obligatorios para todos, por lo que es claramente un impuesto–.
  12. El canon no es la única forma de ayudar a la industria de la cultura, mucho menos la mejor. Algunos “pensantes”, políticos y expertos están proponiendo alternativas viables y más justas. Los únicos que se niegan sistemáticamente a discutir esas alternativas son la SGAE y similares –por razones obvias–.
  13. El Gobierno del PSOE (y del PP antes) también hace caso omiso de las críticas y sugerencias y repiten exactamente lo que dicen los lobbies como la SGAE: que el canon es la única alternativa que permita la copia privada.
  14. En la historia de la humanidad nunca estuvo prohibida la copia privada ( no se conoce a nadie que haya sido juzgado o denunciado por copiar un libro a mano) salvo hasta hace muy pocos años y en algunos países. Ahora se pretende ilegalizarla porque ahora el coste de la copia es casi nulo.
  15. Los lobbies de la SGAE y similares no representan ni siquiera a una minoría razonable de la sociedad española, sólo a una ínfima minoría que tiene fuertes intereses en que exista el canon y/o que se ilegalice la copia privada. Pretenden uno de los dos, o ambos, porque cualquiera de las opciones sólo les beneficia a ellos pero perjudican a todos los demás, sobre todo a la propia cultura.
  16. No es verdad que todos querramos acceder a las obras intelectuales sin pagar nada, es una falacia que repiten continuamente los lobbies interesados.
  17. Sí es verdad que los que más “reclaman” acceder de forma gratuita a la cultura son los que tienen pocos recursos económicos –sobre todo los jóvenes– para comprar elementos para ellos inaccesibles de otra forma. Ese deseo debería alegrar a todos, el interés cultural es cada vez mayor, como nunca antes en la historia. Debería en todo caso hacer pensar a los políticos que hay un claro problema de un mercado obsoleto que que pretende seguir impediendo el acceso universal a la cultura, aunque nunca ha sido tan fácil solucionar el problema.
  18. Estamos en una situación tan paradójica de que todos pagamos para fomentar la creación cultural, pero por otro lado se penaliza el acceso universal a esas obras. No sólo sucede con el canon, también sucede desde hace muchos años con el cine español.
  19. El cine español (y en general el europeo y latinoamericano) sobrevive sólo por los subsidios del Instituto del Cine, que pagamos con nuestros impuestos. Pero luego convierten en delito facilitar el acceso mayoritario a esas obras pagadas entre todos. Incluso se llega al ridículo de que pagamos al cine español con nuestro dinero, luego pagamos nuevamente la entrada al cine y allí te tratan como delincuentes antes de mostrarte un segundo de película. Aunque se pueda solucionar el tema del canon, y aunque se convierta en dinero gestionado como debe ser –por la administración–, si no se debate y modifican las “leyes de propiedad intelectual” pasará también lo mismo que con el cine, estaremos pagando para la respiración artificial a una industria muerta y alejada de sus lectores/oyentes/espectadores.
  20. A pesar de todo lo que ya pagamos en vía subisidos o canon, la “industria” del cine o la musical española no mejora, tampoco este dinero está facilitando o pagando a los autores menos conocidos –que son los que más ayudas necesitan–. En vez de aceptar el problema y buscar alternativas dirán que el dinero no es suficiente y que necesitan más, lo que tampoco hará mejorar la situación, y pedirán más. Si se continúa con la lógica actual no quedará más remedio que gastar fortunas en los “creadores” y además prohibir cualquier tipo de copia privada. Es un camino que no tiene visos de retorno.

Si todo lo anterior no genera entre los políticos al menos un gesto o unos segundos de meditación de ¿qué coño está pasando aquí? luego pasa lo que pasa, que no son capaces de mantener un debate racional ni siquiera para defender sus propuestas.

Fuente: http://ricardogalli.com/2008/02/05/guia-basica-de-20-puntos-para-debates-politicos/

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