17 feb 2015

La mitad de los chicos argentinos conoce los peligros de internet

La nueva generación de niños y adolescentes adoptó a internet y a las nuevas tecnologías como parte de su vida. Buscan información sobre algún tema o generan vínculos sociales, en un click. Pero, ¿qué tan peligrosa puede ser esta relación?

Con motivo de conmemorarse el Día Mundial de la Navegación Segura, la asociación civil Chicos.Net, con el apoyo de Fibertel y Disney, desarrolló una investigación con más de mil casos estudiados en profundidad, que arrojó cifras para pensar: por ejemplo, que más de la mitad de los niños en la Argentina son conscientes de los peligros que pueden existir en internet y que casi el 80 por ciento de los padres considera que son los principales responsables de cuidar y alertar a sus hijos en la web.

El estudio, que se realizó a nivel latinoamericano, refleja particularidades de esta época: "Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) llegan en un contexto más plural, incierto, dinámico y ambiguo. Se invierte la lógica causa-consecuencia: se acusa a las TIC por el sedentarismo y el encierro de los hijos, cuando frecuentemente los contextos urbanos inseguros hacen que los padres muchas veces promuevan el entretenimiento online como un pasatiempo comparativamente más seguro que la calle o la vida offline".

Ahondando en el tema, la principal preocupación de los niños en la web es la posibilidad de sufrir acoso de sus pares, conocido como cyberbullying, en un 55%. De igual manera, más de la mitad de los niños también teme ser contactado por adultos desconocidos.

Ante esas situaciones, un pequeño número -33%- recurriría a sus padres ante una situación de riesgo. Sin embargo los adultos no desconocen estos peligros y asumen que son quienes deben proveer criterios para que sus hijos manejen de manera segura el mundo online. La clave es establecer reglas, pautar los contenidos que se van a ver y negociar. Por ejemplo, el lugar de conexión, que en este caso el living y el comedor son los ambientes más utilizados para hacerlo en un 70%, siendo que a medida que crecen, buscan mayor privacidad.

El perfil de los padres argentinos

  • Existe una tendencia hacia el perfil de padre denominado "guardaespaldas" (37%) que fomenta una posición amistosa y condescendiente en la crianza. Sin embargo, los permisos que otorga son arbitrarios.
  • El 14% posee un perfil sobreprotector, o de "marcador". Estos padres temen que la tecnología "aliene" a los niños, por eso están presentes en todo momento. Asumen que sus hijos son ingenuos y ponen muchas restricciones que inhiben.
  • El modelo del "espía" (18% de los padres) es un perfil autoritario. Bajo la excusa del cuidado controla y se entromete en la intimidad de los hijos. Asume que los niños hacen un uso improductivo de la tecnología.
  • Finalmente, el "sembrador" (con 31%) es habilidoso para diagnosticar focos de riesgo e implementar acciones para minimizar su impacto, por lo que no necesita invadir la privacidad de sus hijos para "enterarse" cuando algo no anda bien. Valora el aporte de las nuevas tecnologías en la educación y la socialización y estimula su uso constructivo.

Consejos y recomendaciones

  • Establecer criterios sostenidos en el tiempo: Aunque no siempre los niños pidan consejos a los padres, no dejan de valorar el cuidado proveniente del mundo adulto como garantía y encuadre.
  • Tener presente que cuidarlos es enseñarles a cuidarse: No se trata tanto de una transmisión informativa teórica, categórica ni imperativa; sino de algo que se comprende en acto: al cuidarlos, van aprendiendo de qué se trata y paulatinamente van logrando cuidarse por sí mismos.
  • Animarse a jugar más: Los adultos tienen que procurar explorar y probar más.
  • Dejar de pensar en términos binarios: real vs visual. A la lógica binaria de verdadero (real)/ficticio (virtual) le toca ser reinterpretada, resulta un desafío para los padres y para las instituciones sociales ponerse al día con esta visión.
  • Respetar la intimidad de los hijos: en el mundo online los niños y preadolescentes pelean por su espacio propio. Mostrar respeto hacia su privacidad es la mejor manera de transmitirles la necesidad de cuidar sus espacios íntimos. Además, cuanta más confianza se genere entre padres e hijos, más fluida será la comunicación y por ende, mayor será la oportunidad de detectar tempranamente los focos de amenaza.
  • Promover espacios para compartir experiencias entre padres: es importante que los padres sepan que lo que les está pasando, sucede a toda una generación de padres. El psicoanalista Sergio Zabalza afirma: "Si los padres tienen lugares donde poder preguntar, orientarse, contar sus angustias, reunirse, si tienen talleres y demás pueden ir construyendo determinadas líneas de acción para armar nuevos modelos de paternidad".
  • Apreciar los aportes de las nuevas tecnologías: reconocer los beneficios que reportan es el primer paso para no demonizarlas.

Fuente: Infobae

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