Identidad digital y reputación online, la gestión de la e-privacidad
Las nuevas tecnologías están introduciendo cambios muy importantes en nuestra sociedad aunque al estar nuestra generación dentro de ellos quizás no podemos ver con perspectiva suficiente la trascendencia que están adquiriendo y tendrán en el futuro.
Muchas de estas nuevas tecnologías tienen tal éxito que provocan cambios disruptivos, crean un antes y un despues de su existencia. Pongamos como ejemplo los interfaces táctiles que han eliminado de los dispositivos móviles y tabletas los teclados en menos de un año. Estos fenómenos que se producen en el diseño de productos también tienen un reflejo en el mundo de los servicios Internet. La famosa nube tiene como máximos exponentes los servicios de almacenamiento de información online como Dropbox o Evernote.
Sin embargo, de todos estos cambios, el más relevante quizás para el ciudadano común tiene que ver con las redes sociales. Este fenómeno nuevo en cuanto a la dimensión sociocultural del ser humano y el calado en la gente común ha afectado a la forma en la que nos relacionamos y el desarrollo de la personalidad. Tanto es así que toda persona ahora tiene al menos dos personalidades e identidades: la real y la digital. Valga este blog como ejemplo. A mi personalmente este blog me ha permitido crear un espacio para la difusión de opiniones y conocimientos en la materia que luego han tenido consecuencias en el mundo físico muy gratas como por ejemplo, conocer en formación a gente que era seguidor del blog y poder intercambiar impresiones. Es quizás una forma de presentación que rompe muchas veces el hielo inicial de toda presentación.
Sin embargo, como todo filo de la navaja, esta nueva dimensión social online supone también un elemento a gestionar. Es necesario comentar que Inteco (quien si no iba a hacerlo) acaba de publicar una Guía para usuarios: identidad digital y reputación online que es imprescindible leer y cuyos contenidos deberían figurar ya en los planes docentes de nuestros queridos nativos digitales. Nuestros hijos no son del siglo XX, viven y han nacido en el siglo XXI y por tanto, deben adquirir las capacidades necesarias para sobrevivir en este nuevo entorno. En este nuevo contexto la reputación online forma parte del currículum de las personas y va a servir (como ya está ocurriendo) para valorar o juzgar aptitudes o capacidades. Por tanto, es un activo más que debe ser vigilado y gestionado. Yo, por compartir mi experiencia y conocimiento al respecto sigo unas sencillas reglas (Desde hace ya unos años, en concreto 10 que cumplirá este blog en octubre) que espero os puedan servir. Que conste que no soy comunity manager, social media ni nada por el estilo.
Contenido completo en fuente original Blog de Javier Cao Avellaneda
Muchas de estas nuevas tecnologías tienen tal éxito que provocan cambios disruptivos, crean un antes y un despues de su existencia. Pongamos como ejemplo los interfaces táctiles que han eliminado de los dispositivos móviles y tabletas los teclados en menos de un año. Estos fenómenos que se producen en el diseño de productos también tienen un reflejo en el mundo de los servicios Internet. La famosa nube tiene como máximos exponentes los servicios de almacenamiento de información online como Dropbox o Evernote.
Sin embargo, de todos estos cambios, el más relevante quizás para el ciudadano común tiene que ver con las redes sociales. Este fenómeno nuevo en cuanto a la dimensión sociocultural del ser humano y el calado en la gente común ha afectado a la forma en la que nos relacionamos y el desarrollo de la personalidad. Tanto es así que toda persona ahora tiene al menos dos personalidades e identidades: la real y la digital. Valga este blog como ejemplo. A mi personalmente este blog me ha permitido crear un espacio para la difusión de opiniones y conocimientos en la materia que luego han tenido consecuencias en el mundo físico muy gratas como por ejemplo, conocer en formación a gente que era seguidor del blog y poder intercambiar impresiones. Es quizás una forma de presentación que rompe muchas veces el hielo inicial de toda presentación.
Sin embargo, como todo filo de la navaja, esta nueva dimensión social online supone también un elemento a gestionar. Es necesario comentar que Inteco (quien si no iba a hacerlo) acaba de publicar una Guía para usuarios: identidad digital y reputación online que es imprescindible leer y cuyos contenidos deberían figurar ya en los planes docentes de nuestros queridos nativos digitales. Nuestros hijos no son del siglo XX, viven y han nacido en el siglo XXI y por tanto, deben adquirir las capacidades necesarias para sobrevivir en este nuevo entorno. En este nuevo contexto la reputación online forma parte del currículum de las personas y va a servir (como ya está ocurriendo) para valorar o juzgar aptitudes o capacidades. Por tanto, es un activo más que debe ser vigilado y gestionado. Yo, por compartir mi experiencia y conocimiento al respecto sigo unas sencillas reglas (Desde hace ya unos años, en concreto 10 que cumplirá este blog en octubre) que espero os puedan servir. Que conste que no soy comunity manager, social media ni nada por el estilo.
Contenido completo en fuente original Blog de Javier Cao Avellaneda
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