12 oct 2011

Ciberguerra, la guerra que no vemos

En 2007, Estonia fue la víctima. En 2010, instalaciones nucleares de Irán fueron el blanco. En agosto de este año, Japón sufrió un ataque. En ninguno de los tres casos, se disparó una bala o se derramó una gota de sangre. Pero la sensación de vulnerabilidad estuvo en el aire.

Los tres países, que nunca le vieron la cara a su enemigo, fueron objetivos de ataques informáticos.

"Cuando se produce un ataque cibernético, no hay realmente certeza de si lo perpetró un delincuente, un espía industrial u otro estado que está buscando atacar la infraestructura vital de otro país: la red eléctrica, el suministro de agua", le dijo el experto en crímenes en el ciberespacio Misha Glenny a la BBC.

El anonimato que brinda internet se confabula con la carencia de un indicador geográfico que permita rastrear a un delincuente cibernético.

"Yo puedo entrar a un cibercafé en cualquier parte del mundo y conectarme a internet sin decirle a nadie quién soy. Si fuera un estado y quisiera ocultar el hecho de que voy a llevar a cabo un ciberataque, podría simplemente ir a otro país y ejecutarlo desde allí", le dijo a BBC Mundo Ian Ferguson, profesor de Ciberdelincuencia y Ciencia Forense Digital de la Universidad de Abertay Dundee, en Escocia.

En 2011, a la lista de combatientes del ciberespacio se unió un nuevo grupo: los hacktivistas.

"Se trata de ciudadanos motivados generalmente por razones políticas (no financieras) para llevar a cabo acciones pasivas o activas de forma individual o en masa (Anonymous y Lulzec) para defender sus causas políticas", le indicó a BBC Mundo David Ávila, director de la unidad de delitos electrónicos de la empresa española de seguridad digital S21sec.

Contenido completo en fuente original BBC Mundo

Suscríbete a nuestro Boletín

0 Comments:

Publicar un comentario

Gracias por dejar un comentario en Segu-Info.

Gracias por comentar!