6 sept 2009

Los editores argentinos podrían demandar a Google

Por: Guido Carelli Lynch

Abogados vinculados a la cámaras editoriales nacionales estudian un recurso de amparo para prohibir la digitalización de libros pertenencientes a editoriales argentinas.

Una semana después de la visita al país de Tom Turvey, el director de las asociaciones estratégicas de Google, que estuvo reunido con un sinnúmero de editores locales, el abogado de la Cámara Argentina del Libro (CAL) y del Centro de Administración de Derechos Repográficos, Gerardo Filipelli, estudia junto a un grupo de colegas la posibilidad de presentar un amparo colectivo contra Google Libros en la Justicia argentina.

"La visualización que se permite de esos libros es una infracción a la ley argentina y a algunos convenios internacionales", señaló Filipelli ante la consulta de Clarín, un día antes de que prescribiera la fecha límite para que las editoriales de todo el mundo se autoexcluyan o acepten el acuerdo propuesto por el coloso cibernético, ante la demanda iniciada por editores y autores de los Estados Unidos. De ese acuerdo, convenido en la justicia norteamericana surgió el formulario para que las editoriales de todo el mundo se autoexcluyan voluntariamente de la digitalización. Aquellos que no rechacen la propuesta quedarán dentro del programa y se les pagará hasta 60 dólares por obra digitalizada.

"La inclusión por omisión es la gran victoria de Google, que con la digitalización estaría violando la Ley 11.723 (de propiedad intelectual) y el Convenio de Berna (para la Protección de obras literarias y artísticas), además de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos, que incluye los derechos de autor", especificó Filipelli. Si la medida prosperara –adelantó el letrado- obligaría a Google a tomar las medidas tecnológicas necesarias para que no se visualicen en Argentina los libros sin la previa autorización de los titulares de los derechos, quienes podrían reclamar una indemnización por las obras digitalizadas sin la consiguiente aprobación. El amparo debería ser presentado por una asociación civil, que bien podría ser la mencionada CADRA o la CAL, ambas representadas por Filipelli.

Sin embargo, el titular de esa cámara, Carlos De Santos, tomó distancia de los dichos de Filipelli. "Si existiera la posibilidad jurídica se podría hacer, pero en la cámara hay diferentes opiniones y todavía no se planteó algo semejante", señaló el también editor de Manantial Ediciones, que, por otra parte, decidió autoexcluirse del acuerdo propuesto por Google.

Las editoriales Colihue, Heliasta, Losada, La Roca y Librerías Turísticas también se autoexcluirían del acuerdo. Otras 30 editoriales, entre las que se cuentan las principales multinacionales del libro sí acordaron suscribir a éste y otro tipos de convenios con Google. Katz Editores, por ejemplo, sí acordó permitir que sus libros estén incluidos en las búsquedas de Google Libros. "Para nosotros, es importante dar al lector la mayor cantidad posible de herramientas para que tome la decisión de comprar nuestros libros. Creemos, también, que no perdemos nada, pero la única precaución que, creemos, debe atenderse, es aquella que alerta sobre el riesgo de un monopolio futuro a partir de la gran concentración de contenidos, tal como señaló Robert Darnton en la New York Review of Book.

En los últimos días editores alemanes y de otros países europeos se manifestaron en contra del acuerdo impulsado por Google, que hasta el momento lleva más de 10 millones de libros escaneados e indexados.

Fuente: Ñ Clarin

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