30 jul 2013

La red oscura de Internet (IV de V)

El presente post es continuación de La red oscura del Internet (III de V)

Internet revolucionario

Sin embargo, la red oscura también alberga canales de chat de transmisión por Internet que usan los activistas de Anonymous, así como miembros y seguidores de WikiLeaks. Los partidarios de la Internet política y libre recurren a los foros y canales anónimos para debatir, compartir información y planear acciones.
"Las revoluciones o los cambios sociales no sucederán en Twitter. Eso es impensable. Pero en el anonimato pueden ocurrir cosas", remarca Serralde.

El pasado 6 de junio el exintegrante de la Agencia de Seguridad Nacional estadunidense Edward Snowden dio a conocer el Programa de Revisión Instrumental para el Monitoreo de Sistemas (PRISM, por sus siglas en inglés), con el que Estados Unidos espió las telecomunicaciones a escala mundial durante “al menos siete años”, según reconoció la senadora demócrata por California Dianne Feinstein.

La revelación de PRISM puso al descubierto que los gigantes de Internet, como Facebook, Microsoft, Apple, Yahoo o Twitter, entregaron datos de sus usuarios a las agencias de inteligencia estadunidense.

Ante la indignación de muchos internautas surgieron en la red iniciativas como prism-break.org o stopwatching.us, cuyo propósito es evadir el sistema de vigilancia estadunidense, y en los que se propuso la navegación alternativa con el uso de programas libres.

La red oscura hace realidad la ideología cypherpunk, cuyos seguidores denuncian el control de las grandes corporaciones y los gobiernos sobre Internet. Ellos tienen por ideal la instauración de Internet como un espacio libre de cualquier autoridad –económica, política o moral– gracias al software libre, el anonimato y la cifrado.
En diciembre de 2010 Anonymous llevó a cabo la Operación Devolución, que consistió en atacar los portales de Mastercard y del servicio de pago en línea Paypal, tras el rechazo de estas empresas de proporcionar sus servicios a WikiLeaks, lo que redujo 95% los ingresos de la organización, según afirma ésta en su portal.

En la red oscura hay varias páginas que hospedan “versiones espejo” de WikiLeaks. Éstas resultan ser copias exactas del código de la página original, con libre acceso y disponibles para su descarga. Esto hace infructuosos los intentos de desconectar el portal de la organización, ya que muchos activistas conservan su código en sus máquinas y discos duros.

Serralde dice que los Cypherpunks luchan a favor de una red regida por el software libre, cuyo código está a la vista de todos. Según ellos el software libre es la garantía que permite fomentar una sociedad horizontal y transparente.

Para crear un software, un programador escribe líneas de texto en lenguaje informático. La computadora lee estas líneas para ejecutar el programa. El conjunto de estas líneas se llama código fuente del software. Cuando un programador termina su software, puede ocultar el código y vender el programa o puede dejar el código a disposición de todos para que otros programadores lo mejoren y lo difundan a su vez de forma libre.

Serralde deplora que los gigantes de Internet –como los que colaboran con el gobierno de Estados Unidos en el programa PRISM– mantengan sus códigos en secreto, por lo que se hace imposible saber cómo utilizan los datos de los usuarios.

Pese al escándalo que generó la revelación de PRISM, estas compañías juraron no saber del programa de espionaje ni haber entregado de forma sistemática los datos a la agencia de inteligencia.

“Lo que ellos dicen no me importa. El código es la ley. Si no veo el código, es como firmar un contrato sin saber qué hay detrás”, deplora Serralde. “No sé lo que hacen con tantos datos míos, y cuando digo ‘tantos’ no es exageración. Tienen mis twits, mi información, mis fotos, pero no sé para qué los quieren”.

El propio Julian Assange, fundador de WikiLeaks, acaba de copublicar el libro Cypherpunks: Libertad y futuro del Internet en el cual afirma su adhesión al ideal del Internet libre y critica el control de la red por empresas y gobiernos.

Satoshi Nakamoto, creador de la bitcoin, también se reivindica como cypherpunk. Concibió su criptomoneda bajo un ideal libertario, independiente de los bancos y de las instituciones gubernamentales. Cuando se estableció el uso de la moneda, el seudónimo ­Satoshi Nakamoto ­desapareció. El creador de la bitcoin seguirá siendo un desconocido.

Gracias al P2P cada persona interactúa directamente con las otras en “un sistema que trabaja como una organización colectiva”, precisa la Fundación Bitcoin. Esta fundación fue creada en septiembre de 2012 con el propósito de mejorar el código abierto de la moneda, que es en sí misma un software.

Al participar en la bitcoin los programadores aportaron una nueva herramienta a la ideología del software libre: un sistema monetario.

“Bitcoin es una abstracción más”, analiza Serralde. “Existe sólo en la imaginación de la gente que cree en ella”. Resulta que se usa tanto por motivaciones políticas como forma para ingresar dinero y permitir los negocios millonarios en la red oscura.

“No importan tus motivaciones, eres un revolucionario”, declara The Dread Pirate Roberts, administrador de The Silk Road, en sus instrucciones a los vendedores. “Tus acciones llevan satisfacción a quienes fueron oprimidos durante demasiado tiempo. Siéntete orgulloso de lo que haces”, agrega.

Continuar leyendo la 4ta parte de este artículo: La red oscura de Internet (V de V)

Fuente: Proceso

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