29 sept 2015

Sinkholing: controlar botnets del enemigo

Recientemente Hispasec y ESET colaboraron en la monitorización y cierre de una red de robo de información en Latinoamérica. Sobre este tema hemos recibido muchas consultas pidiendo información sobre el sinkhole que realizamos. Hoy vamos a explicar qué es un sinkhole, cómo se realiza y cómo sacar provecho de esta técnica.

Un sinkhole, a grandes rasgos, consiste en la toma de control de una red de equipos infectados. "Un sinkhole de DNS, permite a investigadores, fuerzas de seguridad y otras entidades, redirigir el tráfico de los equipos infectados, para evitar que los cibercriminales tengan el control y puedan robar la información que hay en ellos".

Todo malware espía que se precie, en algún momento de su existencia, ha de comunicarse con su propietario (no tiene porque ser su creador) para hacerle llegar la información de la colecta del día. Es en el punto en el que la información sale del propio proceso, en el que se encuentra más expuesta a ojos ajenos. Y aquí es donde entra en juego el uso del "sinkholing". La primera fase consiste en la toma de control de los puntos de conexión del malware con el atacante; es decir, el núcleo de su infraestructura. Una vez se controlado el flujo del tráfico, se pasa a la fase de recolección y tratamiento de la información capturada por el sinkhole.

Con respecto a la toma de control de la infraestructura, existen distintas formas de llevarla a cabo. Una de las formas más sencillas es la de apuntar dominios no registrados por los atacantes hacia servidores bajo el control de los investigadores. ¿Y cómo va el propietario de la botnet a olvidar registrar un domino? Uno de los casos más típicos de esta casuística se da cuando el malware utiliza la denominada técnica de DGA ("Domain Generation Algorithm") para que, con la frecuencia deseada (diariamente, semanalmente...) se conecte a dominios totalmente nuevos y evitar así la caída de la red por la desactivación de su infraestructura original. Sin embargo, esta fortaleza, si no se toman las precauciones necesarias, puede ser su debilidad, ya que, en caso de ser descubierto el algoritmo de generación de nombres de dominio, podría dejar una puerta abierta a "los buenos". Otras formas de controlar una red de malware pasan por arrebatar la propiedad de los dominios o servidores "oficiales" de la red.

¿Qué se puede obtener del sinkholing?

Una vez se poseen los nodos de conexión del malware y conociendo el protocolo de comunicación entre el equipo infectado y el servidor, la variedad de acciones que pueden llevarse a cabo dependen de las funcionalidades de interacción que posea el malware y de la información recolectada. Existen casos ideales en los que desde el propio panel de control de la red se puede enviar la orden de desinfección de las máquinas víctima. La recolección de la información obtenida por los agentes que infectaron a las víctimas suele, por norma general, vulnerar la privacidad de las víctimas. Aún así, tal y como se hizo con Liberpy, se puede obtener mucha información sin llegar a acceder a información sensible.

Tras ponerse ESET en contacto con Hispasec y compartir toda la información referente a la amenaza, procedimos a la toma de control de su infraestructura con un doble objetivo. Por un lado, que los dueños de la red dejasen de recibir la información que pudiera estar siendo recolectada de los equipos infectados. Por otro, el sinkholing de los dominios de Liberpy. Para obtener el control de los dominios, el departamento de Antifraude de Hispasec se puso en contacto con los registradores de los dominios para obtener su control. Una vez controlados los dominios, se procedió a redirigir todo el tráfico desde las máquinas infectadas hacia los servidores de nuestros compañeros de ESET. La toma de control de Liberpy, como bien se explica en el informe de ESET, descartaba el contenido que pudiera afectar a la privacidad de las víctimas. Los objetivos de la acción llevada a cabo eran varios: dimensionar el tamaño de la red, establecer un perfil geográfico de la amenaza para ayudarnos a comprenderla mejor y conocer las versiones de los sistema operativos afectados.

"Es importante remarcar, que el sinkhole sólo escuchaba los primeros 600 bytes de la comunicación. De esta manera, ningún o de los datos que Liberpy roba de los bots infectados fue almacenado. Los esfuerzos se dedicaron a entender cómo se comunicaban los equipos, su periodicidad y distribución de la botnet."

Muchas veces a la hora de anular un troyano o una botnet, se tiende por la vía rápida que es dar de baja dominios o direcciones afectadas, lo que anula por completo los efectos en cualquier equipo infectado. Sin embargo, la técnica del sinkhole permite a los investigadores ir un paso más lejos y no solo anular los efectos maliciosos del malware en cuestión, sino que además facilita la obtención de información sobre cómo se realiza el ataque, sus efectos e incluso hasta sobre los atacantes.

Fuente: Hispasec

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