22 ene 2012

Violencia en las aulas: el fenómeno Bullying y el fenómeno cyberbullying

Grupos de menores que aterran e intimidan a profesores y compañeros, incluso, que la policía controle la entrada y la salida de algunos colegios, son la evidencia que los delitos cometidos por niños aumentan en número y en grado de violencia.

Titulares como “Golpea brutalmente y mata a su compañera de clase; su padre la alentó” , “Menor asesina a su compañera por ataque de celos” , “La niña menor de 13 años de Seseña murió desangrada, según la autopsia. Una adolescente confiesa el crimen de Cristina tras contar que quedaron para pegarse, tras lo cual llevó a la Guardia Civil hasta el cuerpo, en una cantera de yeso”; en incluso, “Estudiante mata a su compañera de clases” ; nunca se había vivido hasta hace unos años.

Y nos preguntamos: ¿En qué se diferencian las peleas en los patios del colegio con el acoso escolar?

Dan Olweus, profesor de Psicología del Centro de Investigación para la Mejora de la Salud de la Universidad de Bergen (Noruega), es el padre del término “bullying” (acoso escolar- abuso entre iguales) lo define como toda conducta agresiva, negativa, repetitiva, realizada por un individuo o un grupo contra otro individuo que tiene dificultades para defenderse a sí mismo.

Estudios recientes en España revelan que hay un 1,6% de los estudiantes entre 8 y 17 años sufren algún tipo de acoso escolar de manera continuada y un 5,7% lo sufre de forma esporádica.

Es más, datos facilitados por los profesionales sanitarios en el Congreso señalan entre el 2% y el 10% de los niños españoles se encuentran en la versión “más grave” de este tipo de casos, pero las cifras se disparan hasta el 15% y 35% en el caso de intimidaciones leves. Y añaden: un 60% de los menores que acosa en el colegio comete algún delito antes de los 24 años y traslada la violencia al trabajo o al ámbito familiar.

En una entrevista concedida a El Mundo de Baleares, el profesor Olweus afirma: “los chicos son más acosadores que las chicas. Y que acosan tanto a chicos como a chicas. Las mujeres que acosan lo hacen de forma más sutil e indirecta: difunden rumores, provocan aislamiento social en la víctima… Mire, entre las chicas víctimas, el 25% dice que sus acosadores son también chicas: Y entre las mujeres acosadoras, las víctimas son preferentemente mujeres”.

Muchos de los menores que sufren el fenómeno bullying no se atreven a manifestarlo a nadie y se lo guardan para ellos por miedo o vergüenza, sufriendo en sus propias carnes las consecuencias de un descenso de autoestima, estados de ansiedad , problemas de aprendizaje , aislamiento, cambios de humor y de conducta, agresividad en el hogar, irritables, pesadillas, ….. Pero muchos otros se quejan o muestran a los adultos los hechos.

Desgraciadamente, ven que “NO SE HACE NADA”, que los profesores, tutores u otras autoridades no manifiestan ningún interés ante el asunto y dejan a la víctima sola ante el peligro, su agresor.

Elementos presentes en el acoso escolar o “bullying”
- Deseo inicial obsesivo y no inhibido de infligir daño, dirigido contra alguien indefenso/a.
- El deseo se materializa en una acción.
- Alguien resulta dañado/a. La intensidad y la gravedad del daño dependen de la vulnerabilidad de las personas.
- El maltrato se dirige contra alguien menos poderoso/a, bien sea porque existe desigualdad física o psicológica
entre víctimas y actores, o bien porque estos últimos actúan en grupo.
- El maltrato carece de justificación.
- Tiene lugar de modo reiterado. Esta expectativa de repetición interminable por parte de la víctima es lo que le da su naturaleza opresiva y temible.
- Se produce con placer manifiesto. El agresor/a disfruta con la sumisión de la persona más débil.
(Violencia escolar: el maltrato entre iguales en la Educación Secundaria Obligatoria. Defensor del Pueblo. Informes, Estudios y Documentos. Madrid. 2000)

El fenómeno Ciberbullying

“La Guardia Civil de Castellón ha detenido a un joven de 24 años, vecino de Mataró, por presuntamente acosar sexualmente a menores, a las que solicitaba, bajo amenazas, que realizaran actos sexuales a través de internet”. “Una niña de 13 años de edad y su abuela de 75 fueron agredidas ayer, sobre las diez de la mañana, por un joven de unos 28 años, que todavía no ha sido detenido, al que conoció la menor por la red social Tuenti, y que llevaba acosándola un tiempo”.“Detenidos siete adolescentes de un centro de menores por acosar y humillar a otro y difundirlo”.

Desde hace unos años, el fenómeno del ciberbullying está siendo más habitual de lo deseable. Según el último estudio del Instituto de la Juventud (Injuve), presentado el Día internacional de Internet Segura, afirma que el 10% de los menores de nuestro país son víctimas de lo que se conoce por cyberbulling.

Un acoso, y citando palabras del Estudio sobre hábitos seguros en el uso de las TIC por los menores publicado por el INTECO en Marzo de 2009, entre iguales en el entorno TIC, que incluye actuaciones de chantaje, vejaciones e insultos. De todos es conocido las denuncias de la creación de perfiles falsos violando la identidad de la víctima, comentarios ofensivos en foros, mensajes amenazadores, o simples rumores, con el objetivo de burla, o incluso, para generar represalias hacia la supuesta titular de la pagina.

Grabar peleas, imágenes comprometidas, conversaciones humillantes con el móvil, subirlas a Tuenti, Facebook, o incluso hacer un envío a todos los contactos, para “gastar una broma” a la víctima, está siendo algo habitual en las escuelas. “Según un reciente estudio realizado por la empresa BitDefender en varios países, incluida España, el cibneracoso afecta a 9 de cada 10 familias, el 89% de los padres reconoce que sus hijos han sido amenazados, acosados o humillados en Internet alguna vez. Además, más de la mitad (54%) creen que sus hijos se han sentido “muy afectados” por ese acoso.

La amenaza más generalizada según dicho estudio parece ser el acoso cibernético (conocido como ciberbullying): amenazas, humillaciones, hostigamiento, etc. a través de tecnologías como mensajes de texto, correo electrónico o mensajería instantánea”.

Las últimas noticias del Informe Norton Online Family nos deben preocupar y ocupar a todos los que, de una manera u otra, participamos en la educación de nuestros jóvenes. Y mucho.

Si a la conflictividad escolar entre los alumnos – preámbulo de la violencia domestica según todos los expertos-, añadimos el de la ciberhumillación o ciberbaiting, es decir, intimidaciones y agresiones a los profesores por parte de alumnos y padres , grabadas para mayor escarnio, en el móvil y aireadas en las redes sociales ; es evidente que el aumento y la intensidad de casos de violencia escolar es tema preocupante en continua progresión.

Según el estudio, el 62% de jóvenes en todo el mundo afirma haber tenido experiencias negativas online. Y casi 4 de cada 10 (39%), han tenido graves experiencias negativas online, como recibir fotografías inapropiadas de extraños, haber sido acosados o haber sido víctimas del cibercrimen . Asi mismo , uno de cada cinco profesores ha experimentado personalmente o conoce a algún profesor que ha sufrido este fenómeno.

Y mucho ojo con el fenómeno Snuff, en el que comprobaremos como se graban asesinatos reales y se registran en Internet para aumentar la popularidad de sus autores, provocando así, un efecto mimético de negativas proporciones. Sin duda, un acto deleznable.
El fenómeno snuff movies que se basan en filmaciones o documentales de asesinatos, los autores afirman que son reales , con la finalidad de comercializarlas o colgarlas en Internet para el disfrute y entretenimiento del aficionado, por ejemplo, la película “Tesis” de Alejandro Amenábar u “8mm” de Joel Schumacher.

Pero, la realidad supera la ficción en “3 Guys 1 Hammer". Se trata de un video grabado por tres jóvenes ucranianos llamados los Maniacos de Dnepropetrovsk.

Estos jóvenes se dedicaban a matar y a torturar a niños, ancianos y vagabundos, cometieron, ni más ni menos que 21 asesinatos y varios robos, se han convertido, lamentablemente, en una leyenda urbana de internet.

De la misma manera ha ocurrido con el videojuego Manhunt con claras referencias a las películas snuff, ya que el protagonista debe sobrevivir matando a sus adversarios - de manera sangrienta y espectacular-, mientras el director graba su película para poder ser luego comercializarla en el mundo virtual del juego.

Entre tanto, muchos de nosotros nos preguntamos qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos, puesto que, según el Norton Online Family Report: “Los hijos necesitan el apoyo de los padres online de lo misma forma que lo precisan offline, y agradecen la mayor participación de los progenitores”.

Algunos consejos para garantizar la seguridad en las redes sociales

INFORME
- Informe a los hijos que sólo añadan como amigos a personas que conocen y no a los “amigos de los amigos”
- Que sus hijos le añadan como amigo para que pueda ver con quién comparte la red social
- Permita que su hijo le cuente si alguna persona online desea conocer a su hijo en persona
- Siempre acompañe a su hijo cuando decida conocer a alguien en persona

ESCUCHE
- Los hijos necesitan saber si pueden confiar en los padres para saber que siempre van a apoyarles.
- Esté preparado para escuchar, ayudar y ofrecer apoyo a sus hijos.
- Esté atento a los cambios de ánimo y anime a sus hijos a hablar con usted.

TELÉFONOS
Los padres también necesitan ser conscientes de los riesgos online que corren los hijos cuando utilizan los teléfonos móviles y, para ello, deberían:
- comprobar habitualmente la factura telefónica y la actividad de la cuenta
- asegurarse que los teléfonos se dejan y se cargan en una habitación familiar, y no se llevan a los dormitorios por la noche.

NO PROHÍBA EL ACCESO
- Asegúrese que sus hijos conocen las consecuencias del incumplimiento de las normas familiares, pero no prohíba el acceso a sus tecnologías favoritas, ya que sólo hará que accedan a la Red en otro lugar y que se enfaden por esta acción.


Fuente: Remedios Falaguera

Suscríbete a nuestro Boletín

1 comentario:

Gracias por dejar un comentario en Segu-Info.

Gracias por comentar!