5 abr 2013

Revelan la riqueza oculta en los paraísos fiscales

Luego del WikiLeaks y el VatiLeaks, que sacudieron las estructuras políticas y religiosas más sólidas del mundo, las filtraciones llegaron ahora al bastión inexpugnable de los paraísos fiscales de todo el mundo, allí donde pocos habían logrado acceder debido al riguroso secreto de los administradores bancarios y a la dudosa legalidad de los fondos.

Presidentes y ex mandatarios, empresarios de toda ley, jerarcas del crimen organizado y hasta figuras de la nobleza de decenas de países integran una lista negra de decenas de miles de "ahorristas" que suman más de 20 billones de dólares en cuentas off shore a sus nombres. Se trata de una nómina de figuras conocidas y de magnates elaborada durante una exhaustiva investigación internacional.

Una red de 86 periodistas de 46 países -entre ellos, profesionales de LA NACION- logró destapar el escándalo que podría tener consecuencias sin precedente en el sector de los servicios de finanzas off shore, así como en la política fiscal e impositiva de muchos países del mundo.

La investigación, que lleva por nombre "Secretos a la venta: dentro del laberinto global de dinero off shore", comenzó hace 15 meses y fue lanzada por la Coalición Internacional de Periodistas Independientes (ICIJ), una ONG con sede en Washington, en la que trabajan destacados periodistas.

La ICIJ recibió, en 2012, filtraciones de dos empresas que ofrecen servicios en paraísos fiscales, una de Singapur y otra de las islas Vírgenes. Eran 2,5 millones de archivos digitales, correos electrónicos y otros documentos, todos ellos con datos financieros de una serie de paraísos fiscales que también incluyen a las islas Caimán, las islas Cook y otros "escondites" dorados en alta mar.

Todos los documentos sumaban 260 gigabytes de información, es decir, de acuerdo con la ICIJ, un volumen "160 veces más importante" que los documentos clasificados del Departamento de Estado filtrados por WikiLeaks en 2010, el caso que tensó las relaciones de Estados Unidos con otros países, minó la credibilidad de la diplomacia de Washington, y puso en fuga al hacker australiano Julian Assange, el cerebro del escándalo.

Esos datos cubren más de una década de información financiera sobre los movimientos de unas 120.000 empresas y fideicomisos extraterritoriales y de cerca de 130.000 personas de 170 países del mundo.

Para desenredar la madeja, la ICIJ sumó fuerzas con más de 30 medios de todo el mundo, como The Washington Post, en Estados Unidos; The Guardian y la BBC, en Inglaterra, y Le Monde, en Francia, entre otros. LA NACION fue de la partida.

Los detalles de la investigación se irán publicando periódicamente mientras continúa la revisión de muchos de los documentos obtenidos, que tienen a profesionales trabajando a tiempo completo para desenterrar casos, nombres y compañías implicadas.

Por ahora se sabe que la causa involucra a personas tan disímiles como médicos de Estados Unidos, hacendados de Grecia, banqueros de Wall Street, familiares de dictadores, multimillonarios del este de Europa e Indonesia, ejecutivos de firmas rusas, traficantes de armas, propietarios de compañías navieras de la Unión Europea y políticos de varios países.

Mientras algunos dueños de las cuentas seguirán con cierta angustia la pausada revelación de los nombres, otros ya se dieron a conocer y quedaron retratados en la lujosa, pero nada halagadora, fotografía de los magnates escurridizos.

Uno de ellos es Jean-Jacques Augier, el ex tesorero de la campaña electoral de 2012 del actual presidente de Francia, François Hollande, que según la investigación es accionista de dos empresas en las islas Caimán. La revelación podría debilitar aún más al mandatario socialista, ya afectado por el fraude fiscal de su ex ministro de Presupuesto.

Otros de los nombres que han goteado hasta el momento son el de la hija del ex presidente filipino Ferdinand Marcos, María Imelda Marcos Manotoc; la esposa del primer viceprimer ministro ruso, Olga Shuvalova, y el ex ministro de Finanzas de Mongolia, Bayarsogt Sangajav.

Aunque es sólo el comienzo, fuera de la política ya se conocen cuentas off shore con algo más de glamour, como las de la baronesa española Carmen Thyssen-Bornemisza, una conocida coleccionista que, de acuerdo con la investigación, habría utilizado canales off shore para comprar obras de arte, incluido un cuadro de Van Gogh.

Fuente: La Nación

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1 comentario:

  1. Justo 'La Nacion' va a manejar esa info?? Nos vamos a enterar de la mitad de las cosas!!

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