3 jun 2007

Cada mes se denuncian 133 robos de identidad

Noticia publicada el 27.08.2006 en Diario Clarin (Argentina)

Y serían muchos más. Es un delito de moda y sin control. Usan datos de otra persona para pedir préstamos, comprar electrodomésticos y hasta autos. Los especialistas culpan a la fragilidad de los documentos, al descontrol de los bancos de datos y a que se dan microcréditos con pocos requisitos.

No hay prevenciones que alcancen. Se puede tener el viejo DNI guardadito en el armario, se pueden tener las cuentas al día, incluso se puede no usar el banco o no haber tenido jamás una tarjeta de crédito. Pero el enemigo está ahí, al acecho, y puede tomar nuestro nombre en cualquier momento. Ocurre al menos cuatro veces al día. Cada vez con más frecuencia. Cada vez con mayor facilidad.

El robo de identidad es ya una costumbre nacional, como lo es desde hace años en los países centrales. Un delito que es hijo de los avances tecnológicos, esos que multiplican el flujo de información pero también lo hacen más vulnerable. Incluso, o especialmente, la información personal. Las últimas estadísticas oficiales, de la Procuración General de la Nación, aseguran que durante el 2005 llegaron a la Justicia en todo el país 1.603 casos de este tipo, un promedio de 133 por mes, o cuatro por día. Se trata de personas que se apropian de un nombre ajeno para estafar. Hay de todo: delincuentes que usan nombres ajenos para comprar heladeras, sacar créditos para autos, teléfonos celulares, cuentas corrientes en shoppings. La víctima ni se entera, hasta que el aviso le llega por la fuerza.

"Yo fui a pedir un crédito al Banco Ciudad y me dijeron que debía más de dos mil pesos al supermercado Coto, al que nunca había ido", cuenta Erica Mendoza, que de pronto se encontró "dueña" de una deuda en el supermercado por 2.042 pesos. Algún travieso había sacado una tarjeta Coto a su nombre, presentando una copia falsificada de su DNI, y había comprado electrodomésticos por ese monto. Erica ni siquiera había perdido el DNI, pero ahí estaban sus datos: número de documento, nombre y fecha de nacimiento. Para colmo, apareció como deudora de riesgo en Veraz, el banco de datos más consultado por el sistema bancario, lo que la privó de acceder al crédito que necesitaba para hacer unas refacciones en su casa. Este viernes recibió la noticia de que Coto le "perdonó" la deuda, pero todavía figura en el Veraz. "Estoy metida en trámites dificilísimos. Y por nada", se lamenta.

Casos como el de Erica Mendoza hay a montones. La semana pasada, Clarín reflejó la increíble pesadilla de Hernán Guardia, un vecino de Mar del Plata al que le robaron el DNI y el ladrón logró hacerse pasar por él para endeudarse con la compra de un auto, emitir cheques sin fondos y endeudarse con cinco bancos. Para el sistema financiero, Guardia pasó a ser un moroso de lo más riesgoso. Y eso que no le debía nada a nadie.

Consultas entre funcionarios del sistema financiero, expertos en defensa del consumidor y abogados, permiten identificar tres patas sobre las que se asienta el delito del robo de identidad:

  • La primera y fundamental, coinciden todos, es la falta de seguridad de la documentación de las personas. Los DNI no son seguros. Para empezar, existen miles de DNI mellizos o duplicados, situación que se denuncia antes de cada elección pero que aún no tiene solución a la vista. Pero además, son relativamente fáciles de imitar, lo que es admitido por el Poder Ejecutivo desde hace años. Desde el gobierno de Carlos Menem que se intenta, sin éxito, implementar un nuevo sistema de documentación personal. Al proyecto lo retomó el gobierno de Néstor Kirchner, cuando a principios del 2004 anunció un llamado a licitación que todavía no se concretó.

  • Otro problema es que el sistema de créditos exige cada vez menos requisitos de acreditación de identidad. La fotocopia de un DNI alcanza, muchas veces, para acceder a una tarjeta de crédito bancaria o a una cuenta de crédito en una casa de electrodomésticos. Raúl Fiori, de la Asociación de Tarjetas de Crédito, dijo a Clarín que el mercado empuja a que así sea y que es imposible revertirlo. A la histórica competencia entre bancos, financieras y prestamistas, se le sumaron en los últimos años las cuentas de crédito que ofrecen supermercados, casas de electrodomésticos y las firmas que otorgan microcréditos. "Exigir demasiados requisitos equivale a perder el cliente", se sincera Fiori, para quien la solución tiene que venir de parte del Estado, "haciendo más seguros los DNI, ya que el sistema documental del país es muy frágil". Y afirma: "No se puede poner un experto en documentación en cada financiera".

  • Un tercer factor es el sorprendente aumento de bases de datos con información privada sobre las personas, que permite a los estafadores acceder a los detalles que servirán luego para usurpar una identidad, como parece haber ocurrido en el caso de Erica Mendoza. Las estimaciones oficiales indican que en la Argentina existen unas 400 mil bases de datos privadas, en empresas y asociaciones. Mientras tanto, los organismos de defensa del consumidor reciben cada vez más denuncias sobre errores o manipulaciones en los datos de esas bases.

  • El defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, es de los que reciben esas denuncias, y apunta contra el Estado. Según Mondino, "la burocracia contribuye a mantener la confusión documentaria y de identificación". Describe un caso de un damnificado, adoptado de chico, que buscaba averiguar su verdadera identidad biológica y quedó atrapado en un laberinto que no imaginó siquiera el mismísimo Franz Kafka. Aquí la ruta que reconstruyó la Defensoría del Pueblo: la Dirección Técnica del Registro de las Personas de la provincia de Buenos Aires respondió a la Defensoría que no se registraban antecedentes de la partida de nacimiento de esa persona, pero la División Fichero General y Estadística indicó que sí los tenía: la fecha de nacimiento, el número de acta y la oficina de registro de Merlo. Una tercera oficina, el Departamento de Hechos, Actos Vitales y Capacidad de las Personas hizo un nuevo chequeo y determinó que no se trataba del damnificado que realizaba el trámite, sino de una mujer. El caso no terminó ahí, sino que siguió en la Delegación Merlo de la Dirección Provincial, donde se dijo que la partida de nacimiento allí no estaba... En fin, distintas oficinas públicas debatían sobre la existencia o no de una persona, e incluso sobre su sexo. El pobre damnificado, mientras, parece condenado a buscar soluciones en un psicólogo.

    Osvaldo Villar es vocero de prensa de Veraz, la principal base de datos crediticios del país, muchas veces cuestionada por volcar información no fidedigna. "Por día, según estimaciones que manejamos, se producen unos 100 intentos por fraguar la identidad de personas, de los cuales la mitad logra avances hacia la concreción del fraude".

    Sin perder de vista el negocio, en Veraz inventaron un seguro contra el robo de identidad, Stop, que se hace cargo de cualquier eventual perjuicio. "En los últimos 60 días se vendieron 5.000 servicios Stop, lo que indica la preocupación actual de las personas por protegerse", dice Villar, quien asegura que la estadística oficial —un promedio de cuatro casos denunciados por día— se queda muy corta en relación a la realidad: "Hay muchas maniobras que no se denuncian. Por ejemplo, si alguien con un DNI trucho saca un crédito por 500 pesos, eso no se denuncia".

    Fiori, de la Asociación de Tarjetas de Crédito, sostiene que para los bancos estos casos no representan tanto daño como el que sí hacen a la sociedad. "El banco termina cancelando la deuda cuando se comprueba la verdadera identidad de la persona. Y eso va a pérdida, porque es muy difícil identificar al estafador. Pero el problema es más grave que lo financiero. Cualquier día de éstos te pueden detener por emitir cheques sin fondos que nunca libraste", advierte.

    Horacio Pelozzi es presidente del Colegio de Escribanos porteño. Opina: "Es necesario mejorar la seguridad del documento de identidad. Todavía se aceptan las viejas libretas de enrolamiento para trámites muy importantes, cuando se dejaron de hacer hace más de 40 años. Se necesitan documentos actualizados, renovados por períodos breves, ya que se necesita renovar la confianza entre todos".

    Daniel Monastersky, abogado de varios damnificados y especialista en Derecho de la Protección de Datos Personales, enfatiza también en la gravedad que pueda acarrear este delito: "Muchas personas no se percatan aún de la seriedad del asunto. Se trata de un delito por el cual los afectados pueden perder oportunidades de empleo, ser rechazados para cualquier tipo de préstamo bancario y, en el peor de los casos, terminar en la cárcel."

    Los escribanos están al día y organizan para mañana lunes una conferencia sobre "El delito de la falsedad documental y la actividad notarial". A modo de adelanto, Pelozzi señaló a Clarín que "comparado con lo que pasaba hace 10 o 20 años, el robo de identidad y este tipo de delitos ha aumentado". "Y no se trata sólo de la falsificación de DNI, también de escrituras de propiedades". Los escribanos cada vez toman mayores recaudos a la hora de firmar escrituras: "La gente se queja porque pedimos siempre algo más, el carnet de conducir por ejemplo, pero es necesario. El delincuente puede tener el DNI robado o falsificado, pero no el carnet de Boca o de River, la cédula, etc., por eso siempre hay que pedir alguna documentación adicional".

    Pelozzi narra una anécdota elocuente: un estafador estuvo a punto de vender una casa que no le pertenecía, había sorteado todos los trámites legales y se estaba a punto de firmar el boleto, hasta que alguien le preguntó:

    —¿Y qué tal la higuera?

    —¿Qué higuera? —respondió él, y quedó atrapado en su mentira. La higuera, claro, era el detalle distintivo de la casa.

    El control sobre las bases de datos

    El Registro Nacional de Bases de Datos, dependiente del Ministerio de Justicia, está registrando las bases de todo el país y estima que existen unos 400 mil bancos de datos privados. Es mucho, claro, algo así como una base cada cien argentinos, pero entre ellas se cuentan las múltiples bases que tienen las asociaciones profesionales y de actividades comerciales; bancos, empresas, colegios de abogados y entidades de todo tipo.

    El Registro de Bases no sólo tiene que cuantificarlas. También atiende consultas y reclamos, ya que los ciudadanos tienen derecho a exigir la protección de sus datos y pedir, si se consideran afectados, a que los saquen de las bases o rectifiquen la información. En la actualidad, hay unas 300 denuncias en ese sentido, según explicaron a Clarín fuentes del Registro. "La mayoría son contra bases de entidades financieras", dijeron.

    En las organizaciones de Defensa del Consumidor, las bases de datos también son un asunto de atención. Y grave. Susana Andrada, del Centro de Atención al Consumidor, dice que las denuncias contra las bases financieras, en especial contra el Veraz —que recibe consultas del 80 por ciento del mercado financiero— ya figuran entre las que más movilizan a los consumidores. "En el último mes hemos recibido casi mil denuncias", asegura.

    "Figurar en el Veraz o en otra base de datos provoca inconvenientes serios. La persona generalmente se entera cuando ve frustrada la posibilidad de renovar la tarjeta de crédito, sacar un préstamo o comprar un electrodoméstico en cuotas. Este daño es difícil de probar, pero los jueces están dictando sentencias donde indemnizan a los usuarios con montos que van entre los 10.000 y 15.000 pesos por daño moral", dice Andrada.

    En Veraz, en cambio, afirman que los reclamos "son una mínima parte". Dice el vocero de la empresa, Osvaldo Villar: "Nuestro negocio es vender informes actualizados y certeros. Si tuviéramos información vieja o falsa, no tendríamos una trayectoria de 47 años en el país".

    Consejos para evitar problemas

  • Sólo lleve consigo las tarjetas de crédito y débito que necesita, y deje el DNI en su casa. Opte por la cédula.

  • Antes de tirar sus tarjetas de crédito vencidas, córtelas en varios pedazos. Haga lo mismo con los resúmenes de cuenta.

  • Si perdió o le robaron su tarjeta de crédito, cancélela de inmediato. Para hacerlo, tenga siempre a mano los números a los cuales llamar.

  • Cierre todas sus cuentas bancarias inactivas. Aunque usted no las use, figuran en su informe crediticio y pueden ser asaltadas por los ladrones.

  • Para las claves de identificación personal de los cajeros automáticos no elija números relacionados con su DNI, cumpleaños, dirección u otros datos que pueda obtener un ladrón. Una vez escogido, memorícelo y no lo lleve escrito en su billetera.

  • No use el mismo número de clave para más de una cuenta.

  • No divulgue sus datos personales por teléfono, correo o Internet, a menos que conozca a su interlocutor.

  • Pregúntele a su banco sobre su política de privacidad.

  • Pida una copia de su informe crediticio al menos una vez al año, para revisar si aparece algún movimiento fraudulento.

  • No envíe información personal ni financiera por e-mail.

  • Revise los gastos de sus tarjetas de crédito tan pronto como reciba el extracto, para verificar si le imputaron compras que usted no realizó.

  • Fuente: http://www.clarin.com/suplementos/zona/2006/08/27/z-03015.htm

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